miércoles, 20 de noviembre de 2019

¡Cristo pagó todo!

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él 


2 Corintios 5:21

Predico el evangelio de la gracia debido a que las buenas nuevas de Jesús cambian vidas. El evangelio, las buenas noticias, son éstas: "Que desde el momento en que recibes a Jesús en tu vida y lo conviertes en tu Señor y Salvador, todos tus pecados son perdonados y recibe el regalo de la vida eterna". Eres justificado y hecho justo por tu fe en Jesucristo. Tu justicia es un regalo que viene de Él. En Cristo ahora tienes una posición perfecta ante Dios, pagada por la sangre preciosa y eterna de su Hijo. No hay más juicio, castigo y maldición para ti porque el juicio completo, el castigo y la maldición por todos tus pecados cayeron sobre nuestro Señor Jesús en la cruz. ¡Cristo lo pagó todo!

Esto es lo que le sucedió a Neil del Reino Unido cuando llegó a comprender que se había convertido en la justicia de Dios en Jesús:

“Mientras leía un libro del Pastor Prince, fui liberado de la adicción a la pornografía, en la cual había permanecido por cuarenta años. En el pasado, intenté liberarme de esta adicción con mi propia capacidad y con mis propias fuerzas, pero fallé en cada intento”

Durante todo ese tiempo, el diablo usó esta adicción para llenarme de temor, culpa y condenación. Este temor y vergüenza me impidieron pedir ayuda a los pastores de las diversas iglesias a las que asistí durante ese período de cuarenta años. Incluso había ocupado puestos de liderazgo en algunos de estos lugares.

Al leer el libro del Pastor Prince, recibí una nueva revelación de quién soy en Cristo: “Soy la justicia de Dios en Cristo Jesús, no hay condenación para aquellos que están en Él. Fue a través de esta nueva revelación que esta adicción dejó de tener el control sobre mi vida para siempre.

Ahora uso un anillo en mi dedo medio izquierdo para recordarme que soy justo, tan justo como Jesús, que no hay condenación para mí porque estoy en Cristo Jesús, y que soy perfecto y santo ante los ojos de Dios. Cada vez que el diablo trata de tentarme para ver pornografía, sólo miro el anillo para recordarme que soy la justicia de Dios en Cristo, y la tentación pierde fuerza.

¡Aleluya! Esto es de lo que hablo. Amado, la misma victoria que Neil tuvo y que aún disfruta puede ser tuya, a pesar que hayas luchado con cierta tentación o adicción desde hace mucho tiempo. Es tuyo cuando conoces lo que ha logrado la obra terminada de Jesús para ti y recibes Su regalo de la “No condenación”.

Traducido de "Meditate Devotional" Joseph Prince

Crucifixión de nuestro Señor Jesús

La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo.