Despierta todos los días expectante de lo bueno. Mantén tu mente y tus pensamientos positivos (de pensamiento llenos de vida de vitalidad), llenos de gozo, llenos de esperanza y llenos de expectativa de todo lo bueno que Dios tiene reservado para ti, ¡Su amado!
Levántate de tu cama, ponte de pie delante de tu espejo y declara audazmente: "Yo soy el discípulo a quien Jesús ama. Yo soy la niña de sus ojos. ¡Todo lo que yo hago y toco será bendecido! La sabiduría, el favor y la provisión del Señor fluyen poderosamente en y a través mío. ¡Amén! "
Cuando haces esto, estás accediendo a la abundante provisión del Señor, y todo el estrés, preocupaciones, emociones negativas y ansiedad se desvanecerán.
Tal vez hoy, tienes que hacer una presentación importante ante tu cliente mas importante, o tienes que ir a la entrevista final para el trabajo que tanto deseas. O tal vez estás a punto de concretar un proyecto importante en el trabajo. Cualesquiera que sean tus demandas, ¡Comienza el día expectante de lo bueno y mira Su provisión fluyendo hacia ti!
Traducido de “Meditate Devotional” de Joseph Prince
