miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Qué es lo que estás hablando?

Proverbios 18:21
La muerte y la vida están en poder de la lengua,

Muchas cosas pueden atemorizarnos en la vida – El temor a perder nuestros empleos, a contraer enfermedades mortales, a sufrir ataques terroristas, y la lista continúa. Cuando estas cosas se manifiestan, tendemos a preocuparnos, nos atemorizamos y comenzamos a hablar de nuestros temores.

Job no fue la excepción. Él constantemente temía que el castigo de Dios pudiera caer sobre él y su familia pues no dejaba de pensar en la posibilidad de que sus hijos podrían haber pecado contra Dios. Se levantaba temprano en la mañana para ofrecer sacrificios, diciendo: " Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. Y la Biblia nos dice que él hacía esto "continuamente". (Job 1: 5)

Por lo tanto Job continuó confesando los pecados de sus hijos, y temiendo que algo terrible le iba a acontecer a él y a su familia. De hecho, su conciencia de pecado no sólo le produjo temor, la Biblia nos dice que él estaba "espantado, aterrorizado". (Job 3:25).

Es importante que comprendas que la conciencia de pecado de Job le abrió las puertas a Satanás. La  preocupación que tenía por los pecados que sus familiares pudieron haber cometido le dio la oportunidad a Satanás de llevar muerte y destrucción a su vida. Dios tenía un cerco de protección alrededor de Job; pero, cuando comenzó a tener conciencia de pecado y una horrenda expectativa de juicio, la cobertura fue removida y Satanás pudo atacarlo (Job 1: 9-12).

Amigo, si has cometido algún pecado, no digas: "He fallado nuevamente, merezco ser castigado por Dios”. "¡Se consiente del perdón de tus pecados; porque Jesús fue castigado y condenado en tu lugar!” (Efesios 1: 7) Por lo tanto di: "Soy la justicia de Dios en Cristo”, “Jesús, Tú eres mi santidad y mi perfección "(1 Corintios 1:30; 2 Corintios 5:21).

Deberíamos ser conscientes de lo que creemos y hablamos regularmente; porque "la muerte y la vida están en poder de la lengua". Así que cuando oigas hablar de algún virus mortal que está cobrando numerosas vidas, no digas: "¡Seré el próximo; porque no he sido un buen cristiano!" En lugar de ello, di, "Jesús, Tú eres mi justicia y mi protección. ¡Ciertamente me librarás del lazo del cazador, de la peste destructora "! (Salmo 91: 3).

¡Amado, al creer y confesar de esta manera no sólo agradeces a Dios; sino que también le cierras las puertas a Satanás para que no pueda incursionar en tu vida!

Tomado de: ”Daily Grace Inspiratio​ns From Joseph Prince Ministries‏”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Crucifixión de nuestro Señor Jesús

La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo.