Cruzaron el lago hasta llegar a la región de los garasenos.Tan pronto como desembarcó Jesús, un hombre poseído por un espíritu maligno le salió al encuentro de entre los sepulcros.
Es que Jesús le había dicho “¡Sal de este hombre espíritu maligno!”
Marcos 5: 1–2, 8 NVI
El Garaseno endemoniado era alguien aislado, solitario y rechazado por las personas. No tenía nadie a quien recurrir. La gente le tenía miedo y no había nadie que pudiera sanar su condición, hasta que llegó Jesús.
Jesús cruzó todo el lago de Galilea solo para sanar a este hombre, a pesar que el diablo intentó detenerlo por medio de una tormenta. Viajó una gran distancia solo para ministrar sanidad a este hombre y liberarlo. ¡Ese es el tipo de Salvador amoroso que Él es!
Del mismo modo que Jesús tuvo que atravesar un largo camino para sanar a un hombre, así también Él tuvo que atravesar un largo camino hasta el punto de dar Su vida, para comprar tu libertad, tus bendiciones y tu salud. ¡Ninguna enfermedad o circunstancia, por más grave o desastrosa que sea, es mayor que lo que Él ya hizo por ti!
Traducido del devocional “Meditate devotional”del Pt Joseph Prince
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