Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él
2 Corintios 5:21
Predico el evangelio de la gracia debido a que las buenas
nuevas de Jesús cambian vidas. El evangelio, las buenas noticias, son éstas: "Que desde
el momento en que recibes a Jesús en tu vida y lo conviertes en tu Señor y
Salvador, todos tus pecados son perdonados y recibe el regalo de la vida
eterna". Eres justificado y hecho justo por tu fe en Jesucristo. Tu justicia es
un regalo que viene de Él. En Cristo ahora tienes una posición perfecta ante
Dios, pagada por la sangre preciosa y eterna de su Hijo. No hay más juicio,
castigo y maldición para ti porque el juicio completo, el castigo y la
maldición por todos tus pecados cayeron sobre nuestro Señor Jesús en la cruz. ¡Cristo
lo pagó todo!
Esto es lo que le sucedió a Neil del Reino Unido cuando
llegó a comprender que se había convertido en la justicia de Dios en Jesús:
“Mientras leía un libro del Pastor Prince, fui liberado de la
adicción a la pornografía, en la cual había permanecido por cuarenta años. En
el pasado, intenté liberarme de esta adicción con mi propia capacidad y con mis
propias fuerzas, pero fallé en cada intento”
Durante todo ese tiempo, el diablo usó esta adicción para llenarme
de temor, culpa y condenación. Este temor y vergüenza me impidieron pedir ayuda
a los pastores de las diversas iglesias a las que asistí durante ese período de
cuarenta años. Incluso había ocupado puestos de liderazgo en algunos de estos
lugares.
Al leer el libro del Pastor Prince, recibí una nueva revelación
de quién soy en Cristo: “Soy la justicia de Dios en Cristo Jesús, no hay
condenación para aquellos que están en Él. Fue a través de esta nueva
revelación que esta adicción dejó de tener el control sobre mi vida para
siempre.
Ahora uso un anillo en mi dedo medio izquierdo para
recordarme que soy justo, tan justo como Jesús, que no hay condenación para mí
porque estoy en Cristo Jesús, y que soy perfecto y santo ante los ojos de Dios.
Cada vez que el diablo trata de tentarme para ver pornografía, sólo miro el
anillo para recordarme que soy la justicia de Dios en Cristo, y la tentación
pierde fuerza.
¡Aleluya! Esto es de lo que hablo. Amado, la misma victoria
que Neil tuvo y que aún disfruta puede ser tuya, a pesar que hayas luchado con cierta
tentación o adicción desde hace mucho tiempo. Es tuyo cuando conoces lo que ha
logrado la obra terminada de Jesús para ti y recibes Su regalo de la “No condenación”.
Traducido de "Meditate Devotional" Joseph Prince