Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de
Cristo.
Romanos 10:17, La biblia de las Américas
¿Alguna vez has experimentado la necesidad de tener más fe?
¿Alguna vez te has mirado a ti mismo y te has dicho: “¿Si solo tuviera más fe, obtendría
mi sanidad y la solución a mis problemas financieros?
Mi amigo, hoy tengo buenas noticias para ti: la fe no es una
obra. Las Escrituras nos muestran que el oír con fe y las obras de la ley son
totalmente opuestos (ver Gálatas 3: 2, 5). Y dado que las obras de la ley
tienen que ver con nuestros esfuerzos propios, la fe es todo lo contrario.
Por muchos años, mi propio ministerio era un ministerio que
descalificaba a las personas. Yo le decía a mi congregación: "No hay nada
malo con Dios, nada malo con Su Palabra, ¡Entonces algo malo debe estar contigo,
algo no anda bien!" Pero un día, escuché en mi interior, que el Señor me
habló y me dijo: “¡Deja de descalificar a mi pueblo! ¡Mi sangre ya los ha
calificado! ¡Deja de descalificarlos!
Ahora, conozco que la fe es lo opuesto a la ley, y que
mientras más las personas se vuelven conscientes de sí mismas, y mientras más se
enfocan en sus esfuerzos por recibir del Señor, menos fe tienen. Entonces,
cuando el Señor abrió mis ojos a la gracia, cambié por completo lo que estaba
predicando y comencé a declarar: "No hay nada malo con Dios, nada malo con
su Palabra, ¿y adivina qué? ¡A través de la sangre de Jesús, no hay nada malo
contigo! ¡Acepta tu milagro!
¡Aleluya! Desde que dejé de señalar sus fallas a las personas
y en lugar de ello comencé a mostrarles lo justo que son debido a la obra
terminada de Jesús en la cruz, fe fue impartida y comenzamos a experimentar una
explosión de milagros de sanidad como nunca antes. Las personas que padecían
diferentes tipos de cáncer experimentaron su sanidad, los tumores desaparecieron
sobrenaturalmente y vidas fueron transformadas. Eso es lo que sucede cuando los
creyentes conocen que han sido hechos justos por la sangre de Jesús. ¡Ellos comienzan
a comprender que tienen el derecho comprado con la sangre de nuestro Señor
Jesucristo para estar sanos y entonces comienzan a experimentar la solución a
sus problemas financieros y a disfrutar de la restauración en sus matrimonios!
Mientras más comienzas a fijar tu mirada en Jesús, cada vez
más comenzarás a ser consciente de que Jesús fue crucificado en lugar tuyo, la
fe no será más una barrera que te impida tomar de Dios. ¿Por qué? Porque mientras
más fijas tu mirada en lo que Jesús ha hecho por ti, más te darás cuenta de lo
calificado que eres por causa de Él, y más fe fluirá en ti y se manifestarán
los milagros. ¡Aleluya!
Amado, no tienes que desear tener más fe en cualquier
milagro que le estés pidiendo a Dios en este momento. No tienes que hacer una
suerte de magia y conjuros para tener más fe. Sencillamente fija tu enfoque en
lo que Jesús hizo por ti en la cruz, y la fe que necesitas para enfrentar
cualquier circunstancia o desafío se manifestará en tu vida. ¡Solo mira a Jesús
y a su gracia operando a favor tuyo! Él es el autor y consumador de la fe (Heb.
12: 2). La fe viene por el oír y el oír la palabra de Cristo. Mientras más escuchas
de Jesús y de Su amor, más fe se levantará en tu corazón. Aférrate de aquellas
enseñanzas que sean totalmente concernientes a Jesús y a Su obra terminada. Que
tu prioridad sea escuchar las buenas noticias predicadas. ¡Hay poder en el
evangelio de Jesucristo! ¡Acércate a tu amoroso Salvador para aceptar tu
milagro hoy!
Traducido
del devocional “Meditate devotional”del Pt Joseph Prince
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