Porque la promesa a Abraham y a su descendencia, de que
sería heredero del mundo, no fue dada por medio de la ley sino por medio de la
justicia de la fe. (RVA -2015)
Romanos 4:13
Dios prometió que serías el heredero del mundo. Esa misma promesa
Él se la hizo a Abraham: “Y ya que son de Cristo, ciertamente son descendencia
de Abraham, herederos “conforme a la promesa”. (Gálatas 3:29) (RVA -2015)
Cuando Dios hizo esta promesa, lo facilitó para que pudieras
recibirla y tomar pose de ella "por la justicia de la fe". Todo lo
que tienes que hacer es creer que como heredero del mundo, todas las
bendiciones ya te pertenecen debido a que ya eres justo (Ya eres la justicia de
Dios en Cristo), Él murió para darte esas bendiciones. También resucitó de los
muertos para que se cumplan en tu vida.
Así que no trates de ganarte Sus bendiciones "a través
de la ley", a través de tus esfuerzos o a través de tu conducta. Acepta gratuitamente
lo que Dios te dio gratuitamente a través de Cristo y Su obra terminada en la
cruz.
Cuando un miembro de la iglesia fue despedido a los 41 años
de edad, se negó a preocuparse o pensar que tenía que luchar con el resto de
las personas en el mercado laboral. En
lugar de eso, creyó que por la gracia de Dios, obtendría un mejor trabajo con
un salario más alto. De hecho, a través de un conocido, llegó un nuevo empleo
junto con un paquete de pago que era un 60% más que el anterior.
Otro hombre estaba experimentando una relación tensa con su
esposa hasta el punto de que el divorcio era inminente. Cuando comenzó a
asistir a nuestra iglesia, se dio cuenta que él podría tener un matrimonio
feliz, no por tratar de mantener su matrimonio o por tratar de ganarse el amor
de su esposa, sino por creer que aunque podía ver sus propias debilidades, él
aún era la justicia de Dios en Cristo por la sangre de Jesús. Hoy, él y su
esposa están reconciliados y disfrutan de un matrimonio bendecido.
No permitas que el diablo use la ley para descalificarte y
te diga: "¿Cómo puedes tener esta bendición cuando justo anoche quebraste
la ley de Dios?" o "¿Estás seguro de que mereces esto?" En cambio,
di: "Padre, te agradezco y acepto todo gratuitamente por tu gracia, tu
favor inmerecido en mi vida, ¡por la sangre de Jesús!"
Traducido de "Daily Grace Inspiration, Joseph Prince"
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