domingo, 23 de septiembre de 2012

Apague los dardos de fuego del enemigo


Efesios 6:16
16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

Creo que cuando usted ora en el Espíritu, es decir, en lenguas, un escudo se levanta a tu alrededor (un escudo acuoso). Pero, ¿por qué lo llamo escudo acuoso? Permítanme compartir con ustedes lo que el Señor me mostró.

Una vez, estaba meditando en Efesios 6:16 - "Sobre todo, tomad el escudo de la fe con el que podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno". Al principio, pensé en un escudo de madera de un soldado romano. Sin embargo, tres palabras se repetían en mi mente: "apagar" y "dardos de fuego". Entonces, el Señor dijo: "Hijo, si se tratara de un escudo de madera, los dardos de fuego lo consumirían." En vez de eso me mostró un escudo acuoso, uno que era capaz de apagar los dardos de fuego.

Usted podría preguntar, "¿De dónde proviene el agua?"

Recuerde que Jesús dijo: "El que cree en Mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva." (Juan 7:38) El siguiente versículo dice: "Esto dijo acerca del Espíritu... "(Juan 7:39)

Jesús estaba hablando acerca del Espíritu Santo, el cual  Él comparó a ríos de agua viva que fluye de nosotros. ¡Así que cuando oramos en el Espíritu, ríos de agua viva fluirán, apagando los dardos de fuego del diablo que arroja hacia nosotros!

Esto ocurrió un día cuando yo estaba cenando con un miembro de la iglesia. Ahora, yo no suelo orar en lenguas cuando doy gracias por mis alimentos. Pero esa noche, fui impulsado por el Espíritu para hacerlo de esa manera. Así que oré en lenguas mientras puse mis manos sobre mi paquete de nasi lemak (arroz con sabor a coco).

Pronto, estábamos ingiriendo nuestros alimentos y hablando cuando de repente, mordí algo duro. ¡Lo escupí rápidamente y me di cuenta de que era un clavo! Entonces, me di cuenta que esa era la razón por la que el Señor quería que yo orara en lenguas. ¡A pesar que el diablo estaba tratando de "clavarme", falló!

Mi amigo, levanta el escudo acuoso que Dios te ha dado. ¡Ore en el Espíritu y apague los dardos de fuego del enemigo!

Extraído de Joseph Prince: "Daily Grace Inspirations"

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