viernes, 17 de enero de 2020

Protección en el Padre

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu
1 Pedro 3:18

¿Puedo mostrarte una hermosa representación del amor de Dios por ti que se encuentra en la historia de Daniel?

Daniel, violó la ley de aquél reino y a pesar que el Rey lo amaba, él tuvo que hacer cumplir la ley y castigar a Daniel. Si no lo hubiera hecho, habría sido un rey injusto. Ahora, imagínate si alguien hubiese vuelto un año después para acusar a Daniel de este delito y hubiese pedido que lo castigaran nuevamente, ¿qué haría el rey? ¿El rey arrojaría a Daniel nuevamente al foso de los leones? ¡No! Daniel ya había sido sentenciado; ya había pagado el precio por haber violado esa ley.

Amado, debido a que nuestro Señor Jesús ha sido castigado en la cruz en tu lugar, el diablo no puede venir ante el Rey y pedir que seas castigado y arrojado al foso de los leones. Date cuenta, tus pecados fueron perdonados y esto no es debido a que el Rey sencillamente se hubiese hecho  de la vista gorda y decidiera dejarte libre. El Rey perdonó tus pecados basado en la justicia después de haberlos juzgado en el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo. Aquél que estaba completamente libre de pecado tomó tu lugar y soportó todo el peso del castigo por tus pecados (2 Cor. 5:21). TODOS tus pecados han sido juzgados legal y judicialmente en la cruz. Desde que recibiste al Señor Jesús en tu corazón la justicia de Dios está de tu lado, debido a Su obra terminada en la cruz (Su sacrificio perfecto).

¿Sabes cuánto ama Dios a Jesús, Su amado Hijo muy preciado? Entonces oro para que tengas una revelación de cuánto te ama tu Padre celestial. Dios pagó el precio con la sangre de Su único Hijo para redimirte. Debe haber sido una decisión muy difícil para Él. Ninguno de nosotros jamás podrá comprender completamente lo que Dios experimentó al enviar a Su propio Hijo amado a la cruz. Sólo podemos echar un vistazo a lo que Dios debió haber sufrido cuando leemos sobre el sufrimiento del rey Darío. El rey Darío quería salvar a Daniel, pero no podía violar su propia ley. Del mismo modo, Dios ama a Su Hijo, pero sabía que la única forma de salvarnos por haber violado la ley, era sacrificando a Su propio Hijo, Jesucristo. Que esta revelación de Su asombroso amor y gracia te den osadía para venir libremente delante de Él y encuentres protección bajo Sus alas.

Traducido de "Meditate Devotional" Joseph Prince

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