viernes, 30 de octubre de 2020

PERDONA Y PERMITE QUE DIOS HAGA EL RESTO

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Efesios 4:32

A las personas les gusta decir: "Puedo perdonar, pero no olvidar". ¿Alguna vez has oído esa frase antes? Ahora, en primer lugar, en ninguna parte de la Biblia Dios te dice que perdones y luego olvides. ¡No está en la Biblia! El diablo está agregando algo aquí para hacer que todo sea una carga.

Dios solo nos dice que perdonemos; porque Dios a través de  Cristo, nos ha perdonado una deuda que no podíamos pagar. Cuando hacemos esto, nos hacemos un favor porque albergar amargura y falta de perdón algunas veces puede destruir nuestra salud.

Por lo tanto perdona y permite que Dios se encargue del resto. Cuando realmente perdonas, algunas veces, Él te hace olvidar; pero otras, todavía recuerdas el incidente porque fue algo importante en tu vida. Sin embargo, cuando miras hacia atrás, el dolor ya no existe. El aguijón se ha ido y ya no estás amargado.

José había perdonado a sus hermanos antes que ellos vinieran y se inclinaran ante él. Recordó lo que le hicieron, pero no lo recordó con amargura (véase Génesis 50: 15-21). De modo que puedes recordar el incidente, pero ya no hay amargura porque has puesto a la cruz en medio de la situación: “Dios a través de Cristo me perdonó. Papá, te perdono. Mamá, te perdono. Prima, te perdono".

Cuando perdones, perdona por fe, no por tus sentimientos. Caminamos por fe, no por sentimientos (ver 2 Corintios 5:7). Algunas personas están esperando sentir y dicen así: " Padre Dios estoy esperando, que venga sobre mí la emoción correcta para perdonar a esa persona". ¡Esa "emoción correcta" puede que nunca llegue!

No, perdona por fe y hazlo de una vez por todas. Pasa tiempo en oración. Saca tu diario y anótalo: “Padre, traigo a esta persona ante ti, tu sabes lo que me hizo. Padre, así como tú me perdonaste a través del sacrificio de Jesús en la cruz, aunque no me lo merecía; ahora, por fe, yo perdono a esta persona y dejo que mi ira contra él se vaya en el nombre de Jesús. ¡Amén!"

Una vez que perdones por fe, verás que el aguijón de la amargura desaparece de tu corazón. ¡Experimentarás la paz y el gozo de Dios llenando tu mente y verás una mayor medida de plenitud en tu cuerpo!

Traducido de “Daily Grace Inspiration” del Pr Joseph Prince

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Crucifixión de nuestro Señor Jesús

La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo.