1 Corintios 1:31
31... "El que se gloría, gloríese en el Señor."
Si alguien te pregunta, "¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?" Es probable que le diga: "Cree en el Señor Jesús y serás salvo," ¿no es cierto?
Bueno, un joven rico le hizo la misma pregunta a Jesús, pero en vez de decirle que crea en Él, Jesús le dio la ley. (Marcos 10:17-22)
Jesús vio que el joven rico vivió su vida haciendo gala de su habilidad para cumplir la ley y de ese modo (cumpliendo la ley) ganarse la salvación y el favor de Dios. Pero debido a su amor por el hombre, Jesús tuvo que demostrar que los que viven por la ley deben darse cuenta de que sus auto-esfuerzos no pueden salvarlos.
Por lo tanto, le recordó: "Ya sabes los mandamientos: No cometerás adulterio... No robarás... Honra a tu padre y a tu madre”. El joven rico demostró que su confianza estaba en su cumplimiento de la ley, cuando él respondió:" Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. "
Así que Jesús tuvo que decirle: "Una cosa te falta... vende cuanto tienes y dalo a los pobres... ven... y sígueme."Cuando el joven oyó esto, se marchó triste.
Cuando nos gloriamos (jactamos) de haber guardado la ley, siempre va a haber algo que nos falta, o no hemos cumplido. La ley es tan santa y perfecta que si no cumplimos incluso una jota de ella, no tiene más remedio que juzgarnos y maldecirnos. (Gálatas 3:10) La ley fue diseñada para “hacer”.
Dios no quiere que nos gloriemos de nuestra capacidad para guardar la ley. Si vamos a tener confianza en algo, y si hemos de gloriarnos en alguna cosa, es en la gracia de Dios. Sólo su gracia puede mantenernos completamente sanos, salvos, bendecidos y libres de todo mal.
Así que no nos gloriemos de lo que hemos hecho, o somos capaces de hacer, pero Sí gloriémonos en su gracia para con nosotros. Él es nuestra fuerza, nuestra salud, nuestro favor, nuestra prosperidad, nuestra sabiduría, nuestra esperanza, nuestra salvación y nuestra “gloria”. ¡Así es como nos veremos a nosotros mismos disfrutando de nuestra herencia de vida en abundancia!
31... "El que se gloría, gloríese en el Señor."
Si alguien te pregunta, "¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?" Es probable que le diga: "Cree en el Señor Jesús y serás salvo," ¿no es cierto?
Bueno, un joven rico le hizo la misma pregunta a Jesús, pero en vez de decirle que crea en Él, Jesús le dio la ley. (Marcos 10:17-22)
Jesús vio que el joven rico vivió su vida haciendo gala de su habilidad para cumplir la ley y de ese modo (cumpliendo la ley) ganarse la salvación y el favor de Dios. Pero debido a su amor por el hombre, Jesús tuvo que demostrar que los que viven por la ley deben darse cuenta de que sus auto-esfuerzos no pueden salvarlos.
Por lo tanto, le recordó: "Ya sabes los mandamientos: No cometerás adulterio... No robarás... Honra a tu padre y a tu madre”. El joven rico demostró que su confianza estaba en su cumplimiento de la ley, cuando él respondió:" Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. "
Así que Jesús tuvo que decirle: "Una cosa te falta... vende cuanto tienes y dalo a los pobres... ven... y sígueme."Cuando el joven oyó esto, se marchó triste.
Cuando nos gloriamos (jactamos) de haber guardado la ley, siempre va a haber algo que nos falta, o no hemos cumplido. La ley es tan santa y perfecta que si no cumplimos incluso una jota de ella, no tiene más remedio que juzgarnos y maldecirnos. (Gálatas 3:10) La ley fue diseñada para “hacer”.
Dios no quiere que nos gloriemos de nuestra capacidad para guardar la ley. Si vamos a tener confianza en algo, y si hemos de gloriarnos en alguna cosa, es en la gracia de Dios. Sólo su gracia puede mantenernos completamente sanos, salvos, bendecidos y libres de todo mal.
Así que no nos gloriemos de lo que hemos hecho, o somos capaces de hacer, pero Sí gloriémonos en su gracia para con nosotros. Él es nuestra fuerza, nuestra salud, nuestro favor, nuestra prosperidad, nuestra sabiduría, nuestra esperanza, nuestra salvación y nuestra “gloria”. ¡Así es como nos veremos a nosotros mismos disfrutando de nuestra herencia de vida en abundancia!
Cita: Gálatas: 2:10-11
Todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues
escrito está maldito todo aquel no permanezca en todas las cosas escritas
en el libro de la ley, para cumplirlas.
Y que por la ley nadie se justifica ante Dios, es evidente por que el justo
por la fe vivirá”
Joseph Prince “Daily
Grace Inspirations”