Salmo 127:2
2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
¿Usted es uno de aquellos que tienen problemas para dormir por la noche? Tal vez justo esta mañana dijo: "estuve despierto la noche entera” mi hijo tenía una fiebre muy alta", o " Sólo dormí dos horas” “Estuve despierto dando el toque final a mi presentación", o "Yo no podía dormir en absoluto” “Yo estaba preocupado por las facturas que se acumulan”.
Dios "da el sueño a su amado". ¿Quiénes son sus amados? ¡Tú y yo! Debido a que estamos en Cristo, nosotros somos sus amados. (Efesios 1:6, 2 Tesalonicenses 2:13)
Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores..." En otras palabras, no tiene sentido preocuparse y perder el sueño porque la verdad es que, " Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. "(Salmo 127:1)
Así que deje que Dios sea el que construya su carrera y vele por sus inversiones financieras. Deje que Él sea el que cuida su salud, su matrimonio y sus niños. No se preocupe, ni trasnoche, como si fueras la fuente del incremento, o el que tiene el poder de hacer que sucedan cosas y salvar la situación. No, Dios es el único y Él te dice: "Mi amado hijo, estas a mí cuidado acuéstese y duerma." Y mientras usted está durmiendo, él está trabajando en su situación. Él, que no se adormece ni duerme (Salmo 121:3-4), ¡trabaja en turno de noche para ti mientras duermes!
Pero mientras nosotros seamos los hacedores y ejecutantes, es difícil para nosotros dejar que Dios se haga cargo. Pero, cuando realmente se lo permitimos, echando todos nuestros cuidados, ansiedades y preocupaciones una vez por todas en sus manos, vamos a ver cómo el cuida de nosotros vigilante y cariñosamente. (1 Pedro 5:7) Le veremos tomando cuidado de nuestros problemas y resolviendo las cosas para nuestro bien. (Romanos 8:28)
Amado, confíe en el amor de su Padre. ¡Eche sus preocupaciones en Él y no tenga más noches en vela!
Joseph Prince “Daily Grace Inspirations”
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