Las noticias acerca de él corrieron y llegaron tan
lejos como Siria, y pronto la gente comenzó a llevarle a todo el que estuviera
enfermo. Y él los sanaba a todos, cualquiera fuera la enfermedad o el dolor que
tuvieran, o si estaban poseídos por demonios, o eran epilépticos o paralíticos.
Mateo 4:24, NTV
La Biblia nos dice que si quieres conocer a Dios, observe a
Jesús. Si quieres conocer que siente el
Padre cuando un enfermo es sanado, sólo mire a Jesús! Él siempre sanó a los
enfermos que acudían a Él. ¡Al ciego, al cojo, al mudo, al sordo y al endemoniado,
los sanó a todos!
Jesús nunca anduvo repartiendo enfermedades a nadie. Encontrarás
a Jesús sanando a los leprosos, cuando estuvo en la tierra; pero nunca lo encontrarás
llamando a alguien para decirle: "Eres demaciado saludable y de buen
aspecto. Recibe algo de lepra para que aprendas a ser humilde "No, cuando
un leproso vino a Él, sin que él tuviera la certeza de que Jesús quería
sanarlo, Jesús, lleno de compasión, le dijo con firmeza:" ¡Quiero. Sé sano!
"
Aquél es tu Jesús. Él es tu Dios. Ven confiadamente a Jesús,
el Señor que te sana hoy y siempre (Éxodo 15:26)!
Extraído de Joseph Prince: "Meditate for success"
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