Dad gracias al SEÑOR, porque El es bueno; porque para siempre es Su
misericordia.
Salmo 107:1, La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)
Una vez estuve con una terrible fiebre. Busqué al Señor y Él
me dijo que simplemente lea acerca de Sus milagros de sanidad en los
Evangelios. Incluso me dijo que no me dejara llevar por la doctrina, sino que
sólo me centrara en Su gracia, en Su compasión y en Su dispocisión de sanar a
los enfermos.
Profundizando en las Escrituras, pronto me encontré en la presencia
de mi sanador y dador de vida. Me bañé en Su amor por mí y sólo vi Su bondad y Su
buena voluntad para sanarme, mientras leía acerca de cómo Él sanó a todas las
personas que vinieron a Él para ser sanadas. No pasó mucho tiempo antes de que
la fiebre se fuera.
Amado, amada, no es por gimnasia espiritual que tu puedes
ser transformado a Su semejanza, sino simplemente por mirar a Jesús y Su gracia
en las Escrituras, lo cual incluye tener Su vida de resurrección, con
naturalidad y sin esfuerzo!
Extraído de Joseph Prince: "Meditate for success"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario