¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por
la carne?
Gálatas 3: 3
¿Qué fue lo primero que te impactó de Jesús? ¿Fue la ley
(los diez mandamientos) o fue Su gracia en tu vida lo que tocó tu corazón?
Todos comenzamos nuestra relación con el Señor porque Su amor y Su gracia nos
impactaron. Continuemos entonces en esa gracia.
Pablo advirtió a los gálatas que no volvieran a la ley pues
ellos comenzaron en la gracia. Él dijo: “Estoy maravillado de que tan pronto os
hayáis alejado del que os llamó por la gracia [favor inmerecido] de Cristo, para
seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os
perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. ”(Gálatas 1: 6–7). Pablo
se toma esto muy en serio. Él llama a cualquier otro evangelio aparte del
evangelio de la gracia (el favor inmerecido de Dios) una perversión. Intentar
ser justificado por cumplir los Diez Mandamientos es una perversión del
evangelio de Cristo.
Pablo le preguntó a la iglesia de los Gálatas sin rodeos:
"... ¿Recibieron el Espíritu por las obras de la ley o por el oír con fe?
¿Tan tonto son? Habiendo comenzado en el Espíritu, ¿están siendo perfeccionados
por la carne [esfuerzo propio]? ” (Gálatas 3: 2–3). Pablo les decía: “Comenzaron
creyendo en Su gracia, ¿por qué ahora dependen de sus obras? ¡Eso es necedad!
¡Deberían continuar en Su favor inmerecido! Estas son palabras fuertes de
Pablo. No comiences en la gracia para luego terminar en la ley. ¡No comiences
con el nuevo pacto, para luego volver al antiguo pacto! Hay quienes dicen que
no están justificados por la ley, pero creen que deben guardar la ley para ser
santificados. Amado, tanto la justificación como la santificación vienen por medio
de nuestra fe solamente en la obra terminada de Jesús.
Cuando te estableces en el nuevo pacto de gracia,
experimentarás una tremenda sensación de confianza y seguridad en Cristo.
Cuando tu confianza está basada en Su favor inmerecido y no en tu comportamiento,
no sentirás como si estuvieras constantemente entrando y saliendo de Su favor y
aceptación.
Es desafortunado que algunos creyentes se hayan vuelto a
poner bajo el antiguo pacto sin siquiera darse cuenta. A veces, sienten que
Dios está de su lado, pero otras veces, sienten que Dios está lejos de ellos. A
veces, sienten que Dios está satisfecho con ellos, pero otras veces, sienten
que Dios está enojado con ellos. Todos estos sentimientos se basan
predominantemente en su propia evaluación de cómo se han comportado, cómo se
sienten acerca de sí mismos y no cómo Dios los mira. Debido a que no hay una base
bíblica en el nuevo pacto para tales evaluaciones, terminan decidiendo
arbitrariamente si se merecen las bendiciones y el favor de Dios en sus vidas o
no, cuando en realidad, tienen acceso a Sus bendiciones todo el tiempo,
simplemente debido a Jesús y su obra terminada en la cruz. ¡Piensa, habla y
actúa siendo consiente que no se trata de ti o de tus obras; se trata de Jesús,
solamente de Él, y camina en Sus bendiciones, las cuales te pertenecen!
Traducido del devocional “Meditate devotional”del Pt Joseph
Prince
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