lunes, 16 de noviembre de 2020

TU POSICIÓN ESTÁ ENVUELTA EN JESÚS

Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

Hebreos 2:17

En el Antiguo Testamento, la posición de los israelitas como nación ante Dios estaba íntimamente ligada a la posición de su sumo sacerdote. La posición que tenía el sumo sacerdote ante Dios, también la tenía toda la nación ante Dios.

Si el sumo sacerdote pecaba, traía culpa a su nación, y Dios rechazaba a toda la nación sin importar cuán obediente fuera la gente o cuán fiel fuera en traer sus sacrificios.

Por el contrario, si su sumo sacerdote no tenía culpa y era aceptable a Dios, Dios aceptaba a toda la nación incluso si la gente era pecadora.

Desafortunadamente, los sumos sacerdotes de Israel a menudo fracasaban porque, como cualquier ser humano, eran imperfectos.

Gracias a Dios que hoy, tú y yo tenemos a Jesús como nuestro Sumo Sacerdote, quien es 100% Hombre y 100% Dios. Como nuestro Sumo Sacerdote, su posición ante Dios siempre es correcta. Jesús siempre es aceptable y agradable al Padre. Por lo tanto, nunca podemos perder nuestra aceptación delate de Dios por causa de nuestro Sumo Sacerdote, Jesús solo trae justicia a Su pueblo.

En el cielo ahora mismo, Jesús nuestro Sumo Sacerdote está sentado a la diestra de Dios el Padre (Romanos 8:34). Esto significa que Dios no te mira. Mira a Jesús. Si Jesús es bueno, tú también eres bueno. Si Jesús es aceptado; tú también lo eres. Si Dios mira a Jesús perfecto, entonces te mira perfecto a ti también. Si Jesús es justo, entonces tú también lo eres. ¡Y sabemos que Jesús, nuestro Sumo Sacerdote es bueno, aceptado, perfecto y justo, lo que significa que así es como Dios nos mira!

Amigo, no puedes perder tu posición legítima porque Jesucristo es tu Sumo Sacerdote. Para que puedas perder tu posición, Jesús tendría que perder su posición primeramente. Pero conocemos que en Jesús tenemos un Sumo Sacerdote que es perfecto y que no puede fallar. Por lo tanto, nunca deberías tener temor o ser consciente de tus faltas cuando te presentes ante Dios. Debido a que tu posición está completamente involucrada o envuelta en Jesús, tu Sumo Sacerdote, ¡Puedes venir ante Dios con osadía y recibir todo lo que necesitas de Él!

Traducido de “Daily Grace inspiratión” del Pr Joseph Prince

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