lunes, 18 de marzo de 2013

Bendito donde tú estés

Deuteronomio 28:3
Bendito serás en la ciudad, y bendito serás en el campo.

Es posible que hayas escuchado hablar de personas que piensan que para tener una mejor "suerte", tienen que mudarse a un nuevo hogar, trabajar para una empresa determinada o incluso emigrar a otro país.

La verdad es que no es el lugar lo que hace que obtengas las bendiciones, sino si la bendición de Dios está en ti. Y a tu favor, hijo de Dios, tú ya estás bendecido con toda bendición espiritual en Cristo Jesús. (Efesios 1:3) Él ha pagado por tus bendiciones con Su sangre. ¡Así que la bendición no está en la tierra sino en el hombre!

Fue en la ciudad de Jerusalén donde Jesús fue azotado, maldecido y escupido. Y fue fuera de la ciudad en la colina del Calvario donde Él fue traspasado y crucificado. ¡Es por eso que eres bendito en la ciudad así como fuera del país! De hecho, eres bendito, independientemente de tu ubicación.

Tal vez trabajas en una empresa no cristiana y tu jefe no te agrada mucho. De hecho, a veces te maltrata. Pero Dios aún puede bendecirte a pesar de tu jefe. Obtienes tu bendición a causa de lo que crees a Dios por ello. No tiene nada que ver con tu jefe o la empresa.

¿Por qué entonces te parece que no ves las bendiciones? 

Mi amigo(a), si no ves las bendiciones, chequea (verifica) lo que has estado creyendo y diciendo. Algunas personas se quejan y culpan a todo y a todos a su alrededor – a sus padres,  a su raza, a su género, al medio ambiente y al gobierno por su falta de bendiciones. Amado(a) hermano(a), quiero que creas y confieses que eres bendecido a causa de la obra terminada de Jesucristo en la cruz, no a causa de que eres de una raza determinada ni a causa de que trabajas en un lugar determinado.

No importa donde trabajas o vives, de qué color es tu piel o a que te dedicas. ¡Si Dios te bendijo, eres bendecido! Y todo esto es a causa de Jesús. Entonces dígase a sí mismo: "Soy bendecido dondequiera que yo esté- ¡bendito en la ciudad, bendito en el campo!"

Extraído de Joseph Prince: "Daily Grace Inspirations"

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