sábado, 16 de marzo de 2013

¡Nada en ningún modo te dañará!

He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada en ningún modo os dañará.
Reina Valera Gómez (© 2010)

Años atrás, mientras viajaba en un vuelo doméstico dentro de los Estados Unidos, estaba sentado junto a una mujer cuyo cuerpo estaba tenso producto del temor. En lo que mí respecta, le pregunté si podía ayudarla de alguna manera. Entre sollozos, ella me habló de su temor a volar. Le dije: "No te preocupes. Estoy a bordo. Nada va a pasarle al avión. "Yo no lo dije con orgullo. Yo dije eso sabiendo que el Señor estaba a bordo del avión conmigo y eso haría seguro el viaje, porque Él ha prometido que " nada en ningún modo nos dañará".

Una vez, cuando Jesús estaba en la barca con sus discípulos, les dijo: "Pasemos al otro lado." (Marcos 4:35) Creyendo que ellos iban a cruzar al otro lado, se quedó dormido en la popa. Una gran tormenta se levantó, pero no pudo despertarlo de su sueño, sólo los gritos de sus discípulos aterrorizados lo hizo. Se habían olvidado que Jesús les había dicho que crucen al otro lado. Se habían olvidado también que con Jesús en la barca con ellos, no había ninguna posibilidad que se hundiesen. Nada en ningún modo les dañaría porque Jesús estaba con ellos.

A pesar de ser arrojados a un horno de fuego, los tres jóvenes hebreos, no pudieron ser lastimados, porque creían que Dios les liberaría. Habían proclamado al pagano rey Nabucodonosor, "... nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y nos librará de tu mano, oh rey." (Daniel 3:17) Y en medio de su prueba de fuego, su libertador, no sólo caminó con ellos en el fuego, Él también los libró de todo daño. El rey Nabucodonosor incluso dijo: "¡Miren! Veo a cuatro hombres sueltos, caminando en medio del fuego, y sin sufrir ningún daño, y el parecer del cuarto es semejante al Hijo de Dios"(Daniel 3:25)*…

Amado(a), en medio de tu tormenta o prueba de fuego, a causa de que Jesús está contigo, ¡nada en ningún modo te dañará!

Extraído de Joseph Prince: "Daily Grace Inspirations"

* Reina Valera Gómez (© 2010)

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