Hijo mío, está atento a mis palabras… no se aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.
Proverbios 4:20-22
Uno de mis héroes de los años 1800 es un hombre de fe llamado George Muller. Con fe en Dios, construyó cinco orfanatos grandes y albergaba aproximadamente a unos 2.000 huérfanos por año. Él nunca pidió a nadie por dinero, sino que trajo todas sus necesidades delante del Señor. Él oraba literalmente en millones de dólares a lo largo de su vida para mantener los orfanatos en marcha.
Muller hizo la obra del Señor sin descanso todos los días. A los 70 años, incluso inició un período de 17 años de viajes misioneros y predicó en casi 40 países. Viajó más de 200.000 millas, un logro increíble durante los tiempos de la pre-aviación. A la edad de 93, después de haber sido visitado por dos amigos más jóvenes, que él luego comentó con agradecimiento a Dios que él era mucho más enérgico que ellos, sin molestias o dolores.
Mi amigo, ¿quieres saber cual era uno de los secretos de Muller para una vida larga y saludable? Fue su amor de sumergirse en las Escrituras, y su vida fue un testimonio constante del poder recuperativo de la ¡Palabra ejercitada en o sobre todo su ser!
Si su salud ha sido escasa últimamente, entre en la Palabra. Pídale al Señor que le dé un renovado amor por Su Palabra. Satura tu corazón y mente con Su vivificante palabras cada día. Puedes empezar por leer los milagros de sanidad de Jesús. Mire Su amor y su compasión por los enfermos, y Su voluntad para sanarlos. Escriba un par de escrituras de sanidad y medite en ellos, hablando de ellos sobre su cuerpo y mantenlos en medio de tu corazón. ¡Amado, usted encontrará que la Palabra de Dios es en efecto vida y salud para todo tu ser!
Guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.
Proverbios 4:20-22
Uno de mis héroes de los años 1800 es un hombre de fe llamado George Muller. Con fe en Dios, construyó cinco orfanatos grandes y albergaba aproximadamente a unos 2.000 huérfanos por año. Él nunca pidió a nadie por dinero, sino que trajo todas sus necesidades delante del Señor. Él oraba literalmente en millones de dólares a lo largo de su vida para mantener los orfanatos en marcha.
Muller hizo la obra del Señor sin descanso todos los días. A los 70 años, incluso inició un período de 17 años de viajes misioneros y predicó en casi 40 países. Viajó más de 200.000 millas, un logro increíble durante los tiempos de la pre-aviación. A la edad de 93, después de haber sido visitado por dos amigos más jóvenes, que él luego comentó con agradecimiento a Dios que él era mucho más enérgico que ellos, sin molestias o dolores.
Mi amigo, ¿quieres saber cual era uno de los secretos de Muller para una vida larga y saludable? Fue su amor de sumergirse en las Escrituras, y su vida fue un testimonio constante del poder recuperativo de la ¡Palabra ejercitada en o sobre todo su ser!
Si su salud ha sido escasa últimamente, entre en la Palabra. Pídale al Señor que le dé un renovado amor por Su Palabra. Satura tu corazón y mente con Su vivificante palabras cada día. Puedes empezar por leer los milagros de sanidad de Jesús. Mire Su amor y su compasión por los enfermos, y Su voluntad para sanarlos. Escriba un par de escrituras de sanidad y medite en ellos, hablando de ellos sobre su cuerpo y mantenlos en medio de tu corazón. ¡Amado, usted encontrará que la Palabra de Dios es en efecto vida y salud para todo tu ser!
Extraído de Joseph Prince:”Meditate for success”
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