sábado, 23 de febrero de 2013

Tu "trabajo" es entrar en Su reposo


Hebreos 4:10-11
10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

Un bebé aprende a sentarse primeramente antes que empiece a ponerse de pie y caminar. La vida cristiana también comienza sentándose. Dios "nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús". (Efesios 2:6) Lo bien que  andemos después eso depende de lo bien que nos sentemos y descansemos en la obra terminada de Cristo.

La tierra prometida era una tierra de descanso (reposo) donde Dios le prometió a su pueblo " grandes y espléndidas ciudades que tú no edificaste y casas llenas de toda buena cosa que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivos que tú no plantaste". (Deuteronomio 6:10-11)

Pero por 40 años, el pueblo de Dios anduvo errante por el desierto, porque se negaron a creer que Dios les había dado una tierra donde todo había sido preparado – La obra estaba terminada. No podían creer que Dios les había dado una tierra llena de buenas cosas para que la disfruten, una tierra que fluía sólo con Su abundante provisión.

Hoy, hay creyentes que aún no pueden creer que la obra de Jesús esté verdaderamente completa y terminada. Ellos están tratando de completar una obra completa, terminar una obra terminada y derrotar a un diablo derrotado.

Hay creyentes hoy en día que siempre están obrando y tratando de producir su sanidad, su éxito y su victoria. Dios quiere que dejemos de tratar y empecemos a confiar en Su amor por nosotros. Él quiere que dejemos nuestras obras y nuestros esfuerzos, y empecemos a descansar y a creer en Su gracia hacia nosotros.

El único "trabajo" que nos queda por hacer hoy es entrar en Su reposo. Laboremos cada día para entrar en Su reposo. Descansemos interiormente y creamos que la obra está hecha, porque es una obra terminada, y confiemos en el favor inmerecido de Dios hacia nosotros. Descansemos en nuestra verdadera arca Jesús, que nos llevará por encima de las aguas tempestuosas.

Así que, "Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones... se diligente en entrar en ese reposo". (Hebreos 4:7, 11) Entremos en Su reposo. ¡Disfrutemos sentados juntamente con Cristo en los lugares celestiales, entonces correremos  y no nos cansaremos! (Isaías 40:31)

Extraído de Joseph Prince: "Daily Grace Inspirations"

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