Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Recuerdo que estaba pasando por un terrible momento de depresión
cuando tenía 18 años y pensaba que estaba poseído por el diablo, entonces
busqué a un gran hombre de Dios para que lo echase fuera de mí; pero cuando
este hombre de Dios puso sus manos sobre mí, comenzó a profetizarme y me dijo:
" Joe, te miro predicando a miles de personas y siendo usado por Dios para
impactar sus vidas. Joe, eres llamado por Dios y el diablo está tratando
de detenerte. "
Entonces dije entre sí “¿Qué? ¡Vine aquí por liberación! Sólo
me interesa salvar mi propia vida; no predicar ni impactar vidas”.
Date cuenta, lo que ocurrió fue que en ese momento, Dios permitió
a este hombre entrar en la eternidad, donde Él habita, para traer mi futuro ante
mí. En cuanto a Dios, mi futuro ya había sucedido, aunque sólo tenía 18 años en
aquél entonces. Hoy en día, soy pastor de una iglesia con más de 30,000
miembros. Hoy puedo observar lo que me fue dicho hace mucho tiempo.
Dios no ve de la misma manera como nosotros lo hacemos. Abraham
era un hombre de 100 años y no tenía hijos; y Sarah, su esposa, a sus 90 años era
doblemente estéril (Génesis 17:17); sin embargo, Dios miraba y hablaba a Abraham como si estuviera mirando y hablando al padre de muchas naciones.
Amigo, Dios desea que te mires como Él te mira. Tal vez, en
este momento, te ves pasando por una prueba en tu matrimonio, en tu trabajo, en
tus finanzas o en tu salud; pero Dios mira tu matrimonio bendecido, tu trabajo exitoso, te mira sano y provisto sobrenaturalmente; porque Él te dice que
ya eres bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo.
Date cuenta, Dios te mira en Cristo. ¡Así que cuando te miras
en Él, quien habita donde no existe el tiempo (en la eternidad, en los lugares celestiales), entras allí
en Cristo, cualquier cosa que necesitas o ya sea que estés pasando por una
prueba; ya ha sido disipado, reparado, restaurado o resucitado! ¡Allí ya eres
bendecido en Cristo con toda bendición espiritual!
Extraído de Joseph Prince: “Daily Grace Inspirations”
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