Fui salvo cuando era joven y recuerdo que después de haber hecho la oración del pecador, un consejero me preguntó, " ¿Sabes que tienes ahora dentro de ti? ", Le dije : " No." Él dijo: " Una vez que eres salvo,
tienes al Espíritu Santo dentro de ti”.
Entonces, él me dijo: "El Espíritu Santo es la campana que
hace ding-dong dentro de ti, Él está ahí para hacer ¡Ding Dong! ¡Ding Dong!, cuando
hagas algo malo " Y a partir de ese momento, sentí que siempre había alguien
observándome, no para atraparme haciendo algo bueno; sino para atraparme haciendo
algo malo. ¡Comencé a ver al Espíritu Santo como alguien que busca fallas!
Estoy tan contento de que mi conocimiento haya mejorado. El
Espíritu Santo no es una "campana que hace ding- dong ", y
ciertamente no está buscando fallas. El no condena a los creyentes por sus
pecados. Por el contrario, ¡Él convence a los creyentes de Su justicia en Cristo!
Los versículos de hoy nos demuestran que el Espíritu Santo
convence al mundo (no a los creyentes) de un pecado en particular - el pecado
de no creer en Jesús. Nosotros los creyentes no podemos ser condenados por este
pecado de incredulidad, porque ya creemos en Jesús. Lo que el Espíritu Santo hace
es convencernos de nuestra justicia. Dios nos dio al Espíritu Santo para
recordarnos que somos justos en Cristo a causa de Su sacrificio.
Amado, agradece a Dios porque el Espíritu Santo está en ti para
convencerte de justicia. Cuando fallas, Él es la cálida voz alentadora, que
apunta a la cruz y dice: " La sangre de Jesús ha quitado este pecado. Tú sigues
siendo justo. “Él te da la fortaleza para que te levantes nuevamente y sigas
caminando con Dios. Y ¡cuando sabes que eres justo, vivirás una vida que honra
a Dios!
Extraído de Joseph Prince:”Meditate for success”