La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)
Mateo 11:28-30
Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.Al leer acerca de Jesús en los Evangelios, usted encontrará que él era muy activo. Él predicó, enseñó, sanó a los enfermos, resucitó a los muertos, echó fuera a los demonios y trató sabiamente con los fariseos astutos. Sin embargo, al hacer todas estas cosas, Jesús siempre estuvo muy reposado. Él nunca estaba preocupado, estresado o desesperado.
Cuando él y sus discípulos estaban en un barco en camino a la tierra de los Gadarenos, una fuerte tormenta se levantó. Los discípulos entraron en pánico, creyendo que el barco iba a hundirlos a todos en una tumba de agua. ¿Pero qué fue lo que Jesús hizo? ¡Él estaba profundamente dormido! Las ráfagas de viento, el violento azote de las olas y el balanceo del barco no lo despertaron sólo el clamor de sus discípulos lo hizo. ¿Qué hizo después? ¡Él reprendió a la tormenta y trajo paz perfecta!
Cuando llegaron a su destino, un hombre feroz, severamente endemoniado salió de las tumbas y se encontró con Jesús. Sus discípulos, que estaban con Él en la barca, de repente se encontraban lejos de Él. Pero Jesús, sereno como de costumbre, estaba firme y con una sola palabra: "Id", mandó a los demonios que salgan (Mateo 8:32). Él trajo paz al hombre, le restauró a una mente sana y le dio la plenitud.
Mi amigo, este Jesús que está en reposo al mismo tiempo vive eficazmente en ti. Mire a Él y esté es yugo con Él. Pídele que te dirija y te guíe cada día. ¡Fluya con Él y encontrarás un descanso y una paz interior que te permite ser eficaz y fructífero estés donde estés!
Extraído de Joseph Prince:”Meditate for success”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario